“Los Hechiceros de Waverly Place” están de vuelta. Secretos de la última temporada.
Que los hay, los hay. Y viven en Waverly Place, Manhattan, aunque han sabido mudarse a los cinco continentes gracias a la pantalla. La familia Russo sigue haciendo de las suyas este año, con el estreno de la cuarta y última temporada de una de las series más divertidas de la tevé, que estrenó en febrero en los Estados Unidos y en marzo en Disney Channel latino.
Supuestamente destinada a niños y jóvenes, esta sitcom que se despide es un glorioso ATP que puede ser disfrutado también por los adultos: tiene guiones ingeniosos, sketches divertidos, aventuras insólitas, protagonistas carismáticos. Y mucha magia.
Los Hechiceros de Waverly Place sigue los pasos de la familia Russo, integrada por Jerry (renunció a sus poderes para casarse con una simple mortal), Theresa (la única muggle, si vale el término de la saga Harry Potter para los carentes de magia), Justin, Alex y Max. Ahora Harper, la mejora amiga de Alex (Selena Gómez), se muda con ellos.
En la cuarta temporada se revela una de las grandes dudas: ¿Quién será el hechicero de la familia? Sólo uno de los tres hijos puede serlo tras la competencia de hechicería que tendrá a todos como locos. Y mientras Max, el menor, parece como el gran candidato, nadie quiere resignar sus chances. Él y sus hermanos vivirán más de una aventura, nacerá el amor de Justin y Alex meterá la pata y la varita a cada rato. Entre otras cosas que pasarán, puede contarse ir a un baile de graduación en pareja con un vampiro, trabajar con hechizos que animan cosas inanimadas o conjurar un Elfo de bolsillo para que ayude en un examen de español. Y los chicos Russo aprenderán las consecuencias buenas, no tan buenas, y en general divertidas de practicar su magia.